La carne de la centolla es exquisita tanto en caso de machos como de hembras, aunque estas últimas son más apreciadas por la posibilidad de encontrar algún ejemplar cargado de corales o huevas.
En Galicia la centolla se caracteriza por tener el caparazón cubierto por algas y esponjas, con el fin de esconderse de sus posibles depredadores. Además, el centollo gallego mide unos 20 centímetros, mientras que en otras zonas del mundo como Japón llegan a alcanzar el espectacular tamaño de 60 centímetros.
El centollo es un alimento que contiene unos 20 g de proteínas por cada 100 g, no contiene apenas carbohidratos, contiene sólo unos 5 g de grasa y aporta unas 127 calorías a la dieta. Entre sus nutrientes también se encuentran las vitaminas B3, B9, E y B4.