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Almeja babosa | Venerupis pullastra

La calidad de la almeja babosa se aproxima a la de la almeja fina, aunque no es tan valorada, ya que resiste menos fuera del agua que la fina. Se recomienda comer cocinada, mejor que en crudo. Su sabor es intenso y delicioso a cualquier paladar.

Los indicios indican que la cría de almeja comenzó en Japón en el siglo VIII. En España, el cultivo de la almeja empezó sobre 1950. Las especies más valoradas son la almeja fina y la almeja babosa, por su calidad, rápido crecimiento, rentabilidad económica y por estar más avanzadas sus técnicas de cultivo. A lo largo de los años, se han introducido nuevas especies, como la almeja japónica. La recogida de almeja en España se hace mediante técnicas tradicionales como el rastrillo o la azada (a pie), o con un rastro de vara (a flote), desde embarcaciones pequeñas.

El consumo de mariscos, sobre todo bivalvos, está especialmente recomendado para llevar una dieta baja en grasas, sana, saludable y equilibrada.
Son productos fáciles de cocinar, que permiten su degustación con sencillas recetas.
Alto contenido en proteínas de alto valor biológico, aportando todos los aminoácidos esenciales.
Bajo contenido en grasas y colesterol.
Bajo contenido en calorías.
Aportan ácidos grasos esenciales, ayudando a disminuir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Alto contenido en vitaminas A y B.
Alto contenido en minerales, sobre todo zinc, fósforo, hierro, yodo y potasio.
Ricos en hierro.