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Erizo de mar | Paracentrotus lividez

Las gónadas del erizo son su parte gastronómica. Es un marisco muy valorado, que se puede comer crudo o cocido, admitiendo una gran variedad de elaboraciones: caviar, paté, revueltos, sopas, cremas, salsas, etc.

El consumo de erizos data ya desde el Neolítico. Los griegos y romanos apreciaban mucho este producto, que solían consumir sazonado con vinagre y perejil. Son animales muy resistentes desde el punto de vista inmunológico, e incluso pueden defenderse biológicamente de amenazas químicas externas. Los erizos de mar no tienen ojos, tal y como nosotros los entendemos, pero poseen más de 1.500 grupos de células fotosensibles, por lo que podemos considerar su cuerpo un gran y complejo ojo andante.

El consumo de mariscos, sobre todo bivalvos, está especialmente recomendado para llevar una dieta baja en grasas, sana, saludable y equilibrada.
Son productos fáciles de cocinar, que permiten su degustación con sencillas recetas.
Alto contenido en proteínas de alto valor biológico, aportando todos los aminoácidos esenciales.
Bajo contenido en grasas y colesterol.
Bajo contenido en calorías.
Aportan ácidos grasos esenciales, ayudando a disminuir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Alto contenido en vitaminas A y B.
Alto contenido en minerales, sobre todo zinc, fósforo, hierro, yodo y potasio.
Ricos en hierro.